Dónde fueron los amaneceres campesinos cuando la brisa me traía
minúsculos racimos de agua noctívaga con el perfume rosa de las pomas?
Qué pasó con las diáfanas gasas de neblinas que amanecían cubriendo la
frente de mi pueblo lejano ?
Y Doña Herminia, mi madre, y Rosa
Irene, porqué dejaron apagar el fogón de tres piedras y ya se borró en
el rocío de la mañana el dulce olor de aguapanela ?
Y los pájaros
que salpicaban los amaneceres con cantos y colores, a dónde fueron que
ya son solo ecos lánguidos en las secas arboledas del recuerdo ? Y los
caballitos de palo de escoba en que Oliverio Bedoya y yo trotabamos las
horas del atardecer ? Y Toño ?... Se iría a desojar margaritas
clandestinas entre los cafetales silenciosos de Gualanday ?
Quién
olvidó regar las auroras que colgaban del alero de la casa vieja que al
mirar su ayer tan solo quedan chamizas resecas con el rastrojo que suele
dar a las cosas olvidadas, su majestad, el abandono?
Y las
parrandas sabatinas, porqué apagaron la vitróla de Rubén Mejía que
añoraba besos de mujer ardorosa en las ventanas? Y quién borró las
coplas insinuantes que pintaban de romance las cosechas de café entre
los piones y las chapoleras ?
Donde están mis amigos? Y mis parientes, dónde están que no los veo en estas cambas amarillentas de reminiscencias ?
Porqué el pasar del tiempo nos va dejando en sus ausencias y
languidecemos solitarios, cual claveles marchitos en un rincón de la
distancia?
Será que cuando nuestro tiempo se arruga en los vetustos
calendarios, nuestros afectos se van empolvando con la displiscencia
del desdén y nos vamos tornando en Nada, en los ayeres y en este hoy que
riñe con las cosas bellas y adorables del pasado ?
Bien! Mis
preguntas solitarias que se desgranan de esta mazorca de soledad, no
tienen más respuestas que las que salen descoloridas del silencio, con
el diccionario frío y lacónico de la palabra: OLVIDO !
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